sábado, 25 de abril de 2020

UNA MUERTE MAS POR LA TV

Noticiero de la noche, esos bien morbito, donde los conductores tienen la vara de la ética pegada a la mano con poxi-ran, y que nunca dudan en usarla para aleccionar generalmente a los pobres.
Esos mismos que los ves gozar con algunas noticias, sobre todo si nacen del conurbano, esa parte de la Argentina oculta
al turismo, donde noche tras noche el bien y el mal parecen pelear en una guerra eterna, allí donde terminan los edificios lindos y el asfalto, donde late el miedo cuando el sol se guarda y arranca la jodita que estos personajes esperan
ávidos cual yonky al camello.. en esas madrugadas de invierno. Ese conurbano de intermitente luminaria naranja, de laburantes y colectivos madrugadores, de raviol y fiesta, ahí donde si que se siente estar vivo.
Lo que recuerdo lo grabaron unas cámaras de seguridad, esas que las fichás y sabes que te están espiando, onda gran hermano, esas que filman en byn la vereda/entrada de garaje.
Sin dar vueltas les cuento que las cámaras filman cómo un joven de 25-30 años cae en plena calle víctima de un disparo, se recuesta lentamente sobre el asfalto, suelta su arma y se desvanece poco a poco, el periodista narra esta secuencia y disfruta: “uno menos” osa decir con una felicidad que le brota en su mirada llena de resentimiento y asco.
La escena es transmitida durante ese día una y otra vez en cadena nacional, no hay canal que no le de su segundo de fama a este pibe mientras se desangra una y otra vez en las pantallas del país. Imagino a tanta gente regocijándose con aquella muerte, pensando que ese delincuente es el causante de todos sus problemas y los males de estas tierras en el culo del mundo, y aquel plomo el alivio de que al menos esa noche ese negro no iba a meterse a su casa a robar ni tomar de rehén a su familia.
Veo al pibe caer y pienso… valía tu vida esto?
Te observo recostarte en la calle una y otra vez con ese morbo que nos regala el ojo idiota, te custodia un vigilante cómo si fueses su presa su trofeo, los vecinos hacen guardia para que no te quieras escapar; tenés los ojos abiertos, aún respirás, te moves apenas para un lado y para otro, un camión casi te aplasta una mano, los autos circulan como si nada en estos pagos ya es algo cotidiano, alguno festeja por dentro mientras se dirigen camino a que los exploten, te cuesta respirar, sabes que la herida es de muerte, sabes que te vas y estás solito, nadie piensa en vos en esa luz que se apaga, hermano lo pienso y hasta me dan ganas de llorar…
Que pensas?... pensas en los viejos? En tu chica? En los pibes?,,, todo va quedando atrás, acá si que existe la pena de muerte y la ejerce el puto estado, sobre los que somos noticia cuando nos explota un grano del culo, los negros, los peronchos, los cabeza, los bolitas, los peruanos todos juntos somos para vos una bolsa de mierda que llega hasta tus narices, sueñan muchos con llenar el hormigón con nuestros cuerpos, rebalsar el río con nuestros cadáveres , gordo!
Todavía respirás, mirás triste que no hay ambulancia ni vuelta atrás.
Este atolondrado recuerdo es para vos que moriste tirado en el medio de la calle, sin reprocharte nada, la misma calle donde tus amigos y tu familia llorarán y dejarán una flor y una lágrima cada vez que quieran recordarte, elegiste morir a quedar encerrado muchos años, elegiste morir tiroteándote con la policía, no sos mi héroe ni mi villano favorito, sabías lo que hacías… sabías lo que hacías?
Es alto el precio a pagar para morir así, no puedo dejar de pensar en tu mirada de tristeza y dolor, aún así no les regalaste una puta lágrima, ni un insulto a los que festejaban (y festejan) tu muerte, estés donde estés quiero que sepas
que te recuerdo, siempre.

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